jueves, 18 de abril de 2019

¿QUÉ ES EL SHADOW COACHING?

El Shadow Coaching se está haciendo cada vez más popular, especialmente en el ámbito corporativo, ya que suele enfocarse en gran medida en las personas que lideran. Sin duda, su popularidad se encuentra directamente relacionada con los beneficios que brinda, con un retorno rápido y directo de la inversión.
Por otro lado, debemos mencionar un aspecto clave: el tiempo. El shadow coaching ofrece evaluación, asesoría y soluciones sobre la marcha, en tiempo real, de modo que si lo que el cliente necesita es efectividad y rapidez, nada mejor que esta opción.
Además, el shadow coaching cuenta con/ofrece el recurso invalorable de apreciar al cliente en plena acción, de modo que es posible elaborar un feedback a la medida de sus necesidades rápidamente.
Pero, ¿qué es el Shadow Coaching?
El Shadow Coaching es una aplicación del coaching ejecutivo cuya diferencia principal respecto al método tradicional estriba en que el coach está observando, en tiempo real, las reuniones que realiza el directivo o el mando intermedio con su equipo, en su lugar de trabajo habitual.
Antes de esta observación, el coach ayuda a su cliente a preparar estas reuniones mediante una toma de conciencia de los aspectos en los que se quiere enfocar y de los que quiere mejorar respecto de sesiones anteriores.
Después de esta observación, el coach ayuda al responsable de equipo a identificar los puntos fuertes de esas reuniones y los puntos de mejora. Uniendo la percepción del responsable sobre sí mismo y la percepción del coach se logran resultados extraordinarios, ya que lo que se busca es que haya dos mentes trabajando, con el fin de crear una mayor conciencia que lleve a un cambio en el acto. Además, la mirada del coach como agente externo y sin más propósito que la mejora de su cliente, mejora la confianza del coach con el responsable.
En otras palabras, el shadow coaching permite identificar desde un principio las fortalezas y debilidades del cliente, así como también enfocarse casi inmediatamente en las áreas a potenciar y mejorar, de modo que el plan de acción/formación a seguir pueda implementarse de la manera más efectiva.
Por otro lado, brinda a los clientes el beneficio de contar con la presencia continua del coach en su propio ambiente de trabajo durante un período de tiempo razonable, pero lo más importante es que también les permite desarrollar poco a poco su propio rol como observadores de sí mismos, enseñándoles a convertirse en profesionales reflexivos.
El Shadow coaching también tiene la modalidad de equipos, es decir, aquí ya no hay un foco en una persona y en la mejora de sus competencias, sino en un equipo como ente único. El objetivo principal es crear equipos de alto rendimiento, y mediante el coaching posterior y la observación de los aspectos principales, hacen que un equipo funcione más efectivamente.

¿Cómo funciona esta metodología?
El Shadow Coaching es muy efectivo cuando está programado para medio día o un día completo en donde el directivo o mando intermedio tendrá que tener agendadas varias reuniones individuales o de equipo.
En el caso de Shadow Coaching para equipos se realiza en las reuniones de trabajo reales de una duración mínima de 1.5 horas. El propósito es poder observar los comportamientos del equipo así como obtener feedback a través de preguntas que generen conciencia. Finalmente se crea un plan de acción específico para la potenciación del equipo.
En ambos casos, los programas deben durar un mínimo de 5 sesiones para que se pueda ver la evolución de una persona o de un equipo.

¿Es imprescindible para las empresas recurrir al coaching ejecutivo?
Eric Schmidt, CEO de Google, dijo en una entrevista: «everyone needs a coach». Y es que contar con un coach es determinante para contribuir en el ejecutivo a tener perspectiva y visión de su empresa.
Fuente: http://desafialoimposible.com/que-es-shadow-coaching/


COACHING EMPRESARIAL COMO HERRAMIENTA DE ACOMPAÑAMIENTO


¿Es el coaching un fin en sí mismo o un medio? Quizá hayamos desvelado parte de la respuesta a una pregunta de tanto fondo en el título del propio post, pero la cuestión que formulamos no es trivial y darle respuesta requiere de un sencillo análisis conceptual previo. Para ello vamos a apoyarnos en un ejemplo práctico con un personaje ficticio al que llamaremos María.
María tiene dificultades para hablar en público. Impulsada por su jefe y por la propia frustración de no haber conseguido mejorar dichas dificultades, decide buscar ayuda externa de un profesional que la acompañe y guíe la resolución de su dificultad. Pero, ¿qué tipo de acompañamiento debería realizar dicha ayuda y con qué enfoque?

¿Para qué, comó, con quién?

En Satori3 entendemos el acompañamiento de manera genérica, como una relación de encuentro en un proceso evolutivo, de aprendizaje, de resolución de dificultades, de mejora, etc. En resumen, una relación que contribuye a un proceso de cambio de una persona u organización. Sobre esta base, el acompañamiento puede adoptar muchas formas: training, mentoring, facilitating, coaching, councelling, consulting, managing, etc.
Abundan las definiciones, a veces contradictorias, así como los artículos que procuran comparar y discernir entre una u otra terminología. Sin embargo, cualquier intento de tratar de definir cada una de ellas solo añadiría más confusión, por lo que prescindiremos de ello. Respecto al coaching específicamente, proliferan formaciones, literatura y artículos con un rango amplio de técnicas y enfoques, pero se ha abusado tanto del término y aplicado a tantos ámbitos que puede que su significado se haya diluido. En todo caso, dicho sentido resultaría de poca utilidad para dar respuesta a la pregunta de María. Lo que es útil es tener perspectiva de las dimensiones y del proceso de cambio mismo para saber enfocar consciente y de forma adecuada el acompañamiento, independientemente del nombre que se utilice.
Hay, sin embargo, un espacio donde coinciden el coaching y las demás formas de acompañamiento en su forma ideal (sí, incluso el training y el managing), y es en el hecho de ampliar perspectiva, generar impulso, responsabilidad y voluntad en un espacio de seguridad. Situarse en un espacio de este tipo, donde uno no se siente juzgado y puede verse a sí mismo, permite bajar las defensas –las mismas que impiden salir del área de confort–, convivir con el miedo al explorar nuevas respuestas y generar nuevas posibilidades para resolver la situación.
Cualquier proceso de acompañamiento debe cumplir con tres principios básicos, lo que denominamos la tríada organizacional:
  1. Ayudar a clarificar el propósito en cuestión, lo que se quiere o anhela
  2. Generar confianza y voluntad en la relación entre el acompañante y acompañador
  3. Un espacio de seguridad físico, emocional y mental gracias a una estrategia
Pero, ¿por qué hablamos de acompañamiento? El término “acompañar” está en contraposición al de “responsabilidad”, que recae sobre el consultante, coachee, mentee, estudiante o acompañado. Cualquier proceso de acompañamiento procura que el consultante conecte con su poder propio, su propia voluntad, y se haga responsable de su propia mejora y aprendizaje, dado que no puede aprender en lugar del otro.


El espacio creado en el acompañamiento en base a la tríada organizacional

Generar los tres elementos de la tríada universal en un proceso de acompañamiento es pertinente independientemente del tipo de acompañamiento que se realice.
En este caso, la estructura se refiere a la estrategia acompañamiento. Donde encontraremos fuertes diferencias es en el foco del acompañamiento e incluso en el nivel de profundidad de la intervención. Profundidad, porque de hecho tiene relación con el nivel que está en juego en la persona.

Grados de desarrollo

Según el foco del acompañamiento, existen numerosas técnicas y escuelas, que serán más o menos pertinentes dependiendo del foco y la disposición del acompañado, como son, por ejemplo, conversación poderosa, estructuras en objetivos, Gestalt, eneagrama, programación neurolingüística, ontología, psicodrama, etc.
En el caso de María, el área en el que ha de poner foco puede ser de origen muy diverso. La naturaleza de su problema puede estar simplemente relacionada con el contenido y la forma de lo que quiere expresar, en cuyo caso pondríamos el foco en el discurso, en la estructura, en la presentación misma, en lo que quiere comunicar. Trabajar sobre este ámbito de lo externo a nosotros, sobre los acontecimientos y resultados, apenas encuentra resistencias. No en vano, es lo que se hace buena parte del día en el trabajo: hablar de estrategia, de proyectos, de clientes, de ideas, procesos, etc.
Otro segundo foco del acompañamiento puede ser la propia María, ¡entendiendo que la mejor presentación es ella misma!, lo que posibilita realizar el acompañamiento en dos niveles (Un modelo muy útil y esclarecedor de los diferentes estratos en los que enfocar el acompañamiento es el de los niveles neurológicos de Robert Dilts):
  • Uno más superficial que trabaje sobre, por ejemplo, su capacidad para estructurar su discurso, posicionarse corporalmente, vocalizar o tomarse el tiempo de conectar con los oyentes.
  • A nivel más profundo, incidiendo en cuestiones como su baja autoestima, creencias limitadoras en cuanto a hablar en público o incluso algún evento traumático de su juventud que la bloquea. En este caso el foco está sobre uno mismo, es psicológico, interno, afecta a nuestra manera de ser y de ver el mundo.
El tercer foco, más profundo aún, y a la vez más sutil, es el nivel de su Ser, que determina su relación con el ego y lo que es más grande que nosotros: ¿contribuimos a alimentar nuestros propios intereses o, por el contrario, contribuimos a algo más grande que nosotros? En el caso de María puede estar al servicio de los oyentes y darse cuenta de que no se trata de ella, sino que es simplemente la que lleva un mensaje. Desde esta humildad, ¿cómo cambiar su actitud y capacidad de hablar en público? La relevancia de este tercer grado emerge cuando se hace tangible la inquietud con la pregunta de ¿para qué? ¿Para qué quiere María hablar en público? ¿A quién o a qué se está contribuyendo? En este caso hablamos de un foco transpersonal.

                                       
                                                                Los 3 grados de desarrollo
¿Debería entonces María enfocarse en su mensaje, en ella como portadora del mensaje o en los oyentes?
En muchos casos, el enfoque de la organización se sitúa en los cambios de primer grado y en adquirir habilidades a través de capacitaciones que no siempre provocan el impacto y cambios esperados. Por una parte, recibir informaciones y formaciones puede enriquecer nuestro conocimiento sin necesariamente generar un cambio de hábitos y comportamientos y, consecuentemente, de resultados. En estos casos resulta obligado explorar los niveles más profundos mencionados con anterioridad. Pero para completar el mapa que ayudará a María y su acompañante a aclarar el foco del acompañamiento, falta introducir el eje del tiempo.

Etapas de desarrollo

Sabemos que un proceso de cambio, desarrollo o transformación pasa por distintas etapas, cada una de las cuales posee sus particularidades y requiere un tipo de acompañamiento diferente para que este sea eficaz. No es extraño que nosotros, las personas implicadas, y las organizaciones esperemos que el cambio sea lineal, como si se pudiera trazar una línea recta entre la salida y la llegada, o como si se pudieran tomar atajos. Pero no hay tal cosa. La realidad es que el proceso es sinuoso, circular o en espiral, jalonado por puntos de choque, etapas disruptivas que ponen a prueba, que se consiguen superar, le mantienen a uno en el estatus quo o incluso le hacen retroceder.
En nuestro trabajo de acompañamiento en procesos de transformación organizacional, que requiere un triple enfoque en el individuo, en los equipos y en la organización, utilizamos una metodología apoyada en la Filosofía Integrativa de Sistemas (FIS), que integra múltiples métodos y herramientas en relación al desarrollo y la transformación. Así también, el training, facilitating, coaching, mentoring y councelling son parte del abanico de las tácticas necesarias para una transformación organizacional, pero no las únicas, por lo que habrán de convivir con otras tan útiles y necesarias como procesos de diagnóstico, intervisión, coaching de equipos, shadowing, espacios co-creativos, supervisión, etc.
Así, a medida que María y su acompañante aclaren y construyan el propósito, el espacio seguro y una relación de confianza consigo misma y entre ellos en cuanto al proceso de acompañamiento, María podrá enfrentarse a su dificultad de hablar en público y tomar conciencia de lo que subyace en su interior. En paralelo, María y su acompañante irán ordenando y dándole sentido y foco al tipo de acompañamiento, por lo que… ¡tal vez se trate de coaching!

¿CÓMO DIFERENCIAR UN BUEN PROCESO DE COACHING DE UNO NO EFECTIVO ?

Mucho se habla del coaching a nivel empresarial y en una conversación entre dos ejecutivos se escucha lo siguiente:  A: Estoy en un proceso de coaching y llevo como diez sesiones…. B:Y, ¿cómo te ha ido?, ¿eso para qué sirve? A: Me ha ido bien, me ha servido para hablar de todo en general, un poco de mi familia, el trabajo, la vida y la coach queridísima; fuimos a desayunar y hasta ahora creo que tengo que mejorar mi relación con mi padre, acercarme a él, ahí vamos. B: ¿Y eso cómo te va a ayudar a mejorar el liderazgo en la empresa que fue para lo que contrataron este proceso de coaching ejecutivo? A: Pues hasta ahora no sé, de pronto más adelante. Y es en este momento que claramente no se entiende el propósito del proceso y se puede empezar a diferenciar el buen proceso de uno no efectivo.
En un buen proceso de coaching se plantean objetivos que deben estar centrados en aspectos que la empresa ha determinado que debe fortalecer la persona. Luego, una vez ya está claro el tema, se programa con el coach y la persona (coachee) una sesión de introducción, donde se define el contexto que se va a trabajar y se ponen de acuerdo. Durante la sesiones posteriores, se explora la situación que se puede abordar con el asunto a fortalecer y de acuerdo al enfoque del coach, el cual puede ser ontológico y/o de acción. Se profundizarán los aspectos en relación a lo que definieron trabajar, se diseñarán acciones de futuro y se establecerá un plan que le permitirá al coachee desarrollar nuevas alternativas para hacer las cosas con un retorno para la persona y la empresa en donde se puedan medir los resultados del proceso.
En un proceso de coaching no efectivo no se pauta el contexto, no se definen los objetivos claros a alcanzar, se habla de múltiples temas, se abordan asuntos familiares y del pasado con preguntas centradas en explicaciones de por qué hace lo que hace, que ayudan a justificarse pero no a mirar cómo hacerse cargo del cambio, las cuales no benefician a la empresa. Sin embargo puede que al coachee le haya gustado ese espacio para hablar, hacer una pausa en sus labores y/o reflexionar. Al final la empresa se da cuenta de que le genera un alto costo y pobres resultados frente a un planteamiento de mejoramiento inicial.
Las empresas deben estar muy atentas a la hora de contratar este tipo de servicio porque resulta que ahora cualquier persona que hace un proceso de asesoría o un acompañamiento dice que está haciendo coaching y no hay tal, así entonces se debe exigir inicialmente una certificación que garantice que hay un coach profesional avalado por una institución que tenga convenio con la ICF por sus siglas en inglés y en su traducción: (Federación Internacional de coaches) el cual respalda que se trabaje bajo una metodología y se tengan parámetros claros de resultados. Lo siguiente a verificar es el tipo de coaching que hace el coach; ya que se encuentran varias corrientes como la ontológica, de vida, empresarial de acción, resulta pertinente que los responsables de la contratación de estos profesionales comprendan cómo es el abordaje y cómo se presentará el seguimiento a la empresa y los futuros resultados, para que no pase lo que le ocurrió a una gerente nueva de gestión humana que estaba haciendo seguimiento al proceso de coaching ejecutivo que le entregaron para y cuando le preguntó a la coach: - ¿Cómo van?, dame un informe de los avances, la coach contestó que la sesión era confidencial y no podía informar los avances pero que llevaban trabajando seis meses en eso y ¡Vamos bien!
Finalmente el enfoque es que, desde un buen proceso de coaching, cada persona pueda expandir su capacidad de acción en la búsqueda y realización de sus objetivos para beneficio propio y de la empresa, incluso llegando a diferentes entornos que hacen parte de la vida de cada individuo.
Fuente: https://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/como-diferenciar-un-buen-proceso-de-coaching-de-uno-malo-por-maria-garcia/225618

PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL COACHING EMPRESARIAL

Entendiendo el coaching como un proceso

Hemos escuchado y leído muchas definición sobre el coaching, y seguramente muchas de ellas lo suficientemente dispares como para esclarecer el panorama de esta nueva profesión en el ámbito empresarial. El motivo por el cual esto ocurre es que el coaching se ha introducido en el mundo empresarial, en su mayoría, por personas con escasos conocimientos del procedimiento mismo de coaching, presentando sus antiguos conocimientos con esta nueva etiqueta denominada “coaching”.
Es importante aclarar que el coaching no nace en la empresa, sino más bien como un proceso de mejora del desempeño para las personas. Este proceso ha sido tan efectivo en campos de desarrollo personal y profesional que las empresa no se han demorado en introducirla como una de sus “nuevas herramientas” para mejorar el desempeño empresarial.
He aquí el problema actual del coaching en la empresa, sobre todo en el mundo empresarial hispano. Consultores, directivos, y académicos del mundo empresarial han incorporado al coaching como “herramienta” en lugar de entender el mismo como un “proceso”, desconociendo las consecuencias secundarias de su aplicación bajo un prisma equivocado.
En definitiva, quien entiende al coaching como una “herramienta”, indirectamente elimina la esencia del coaching y el potencial del mismo de cara al trabajo con las personas. El coaching tanto en la empresa como en el desempeño con individuos y/o grupos de personas, es un PROCESO. Y debe entenderse como tal, antes de ser aplicado y puesto en marcha en cualquier compañía, de lo contrario el fracaso resultaría evidente.
Ahora, ¿cómo se entiende el proceso del Coaching y dónde radica la importancia de dicho postulado?. La respuesta a estas preguntas son muy sencillas, pero desconocida en el mundo empresarial por parte de muchos de sus directivos. Básicamente, el coaching no puede cosificarse, es decir que no es una “cosa aplicable”, así como otras herramientas corporativas. El coaching es un proceso bajo un sistema donde coexisten varios elementos indispensables para que el acto del coaching ocurra como tal y funcione en sus objetivos empresariales, produciendo el desempeño extraordinario que se reflejará en el aumento de ventas, motivación del personal, desarrollo de habilidades directivas, y un etcétera de beneficios que el coaching puede otorgar a las empresas.
Este proceso consta de:
Al menos dos personas (Coach y Coachee o Cliente), un objetivo, información e interpretación y acción o resolución hacia el objetivo, mediante el cuál se desarrolla lo que normalmente denominamos como “Plan de Acción” (Gráfico 1).

Proceso de coaching empresarial

Pero estos elementos en sí mismo no responden a la premisa del coaching, si no fuera por un elemento “conector” que hace que esta práctica sea eficaz en su desarrollo, independientemente de los objetivos empresariales buscados y del entorno donde este se aplique. Este elemento “conector” lo denominamos ALIANZA, ésta es la que otorga al coaching su poder y capacidad de desempeño en las personas y/o empresas. La alianza del Coaching Empresarial permite que la empresa vea sus objetivos fuera de si mismo. Allí se produce la “relación de coaching” donde el Coachee decide las acciones que tomará próximamente para alcanzar sus objetivos (Gráfico 2).

En la alianza está implícita la “confianza”, “sinceridad” y “responsabilidad” de ambas partes por dar lo mejor de sí mismos. El Coach trabaja con su Coachee sobre la base de la: Conciencia, Auto-creencia y Responsabilidad. Para trabajar con estas bases fundamentales del Coaching es imprescindible establecer una Alianza clara, escrita y consensuada por ambas partes.
Se ha visto que el coaching aplicado sin tener en cuenta estos principios fundamentales fracasa en su desarrollo y por tanto desalienta la incorporación del mismo en compañías novatas en el área.

La alianza corporativa

Muchos consultores o directivos de empresa aplican el coaching sin tener en cuenta la “Alianza” antedicha, y este es el motivo por el cual el coaching empresarial comienza a cuestionar la efectividad del procedimiento del mismo.
Si bien tanto con individuos como con empresas debe haber una Alianza, y ésta es siempre de una misma naturaleza, la “Alianza empresarial” tiene un elemento diferenciador respecto del Coaching Personal. Este carácter diferenciador está dado por el hecho de que la “Alianza empresarial” debe ser en muchos casos “tripartita” (Empresa o Coachee Indirecto, Implicado o Cochee Directo y Coach), es decir que no involucra sólo a dos entes con conciencia en sí mismos, sino que muchas veces implicarán directa o indirectamente a otras personas interesadas en que el proceso del coaching se desarrolle efectivamente.
El Cliente o Coachee lo componen tanto el “Coachee Indirecto” como el “Coachee Directo”, ambos son su “Cliente”, su “COACHEE”. Pero en la dinámica del proceso de coaching los intereses del “Coachee Directo” son prioritarios sobre el otro, y esto debe de ser de conocimiento y aceptación por parte del “Coachee Indirecto”, en este caso la Empresa (Gráfico 3).

Velar por los intereses corporativos por encima de los intereses profesionales del “Coachee Directo” no forma parte de un desarrollo sano de coaching y por lo tanto poco efectivo para ambas partes. Un ejemplo claro de esto es la contratación por parte de una empresa de un “Coach Externo” a la compañía. La empresa como ente jurídico y compuesta por sus socios, accionistas etc, está interesada en el correcto desarrollo del proceso de coaching (Coachee Indirecto). A su vez la parte mayormente implicada, llámese departamento de Recursos Humanos, Departamento de Ventas, Comunicación o un Directivo “x” de la compañía (Coachee Directo) es el interesado “Directo” del propio desarrollo de coaching. Ambos “Coachees” están implicados en la dinámica del Coaching Empresarial.
Resumiendo, la Alianza Empresarial la componen: La EMPRESA (Coachee Indirecto), DEPARTAMENTO o EJECUTIVO (Coachee Directo) y el COACH. Esta Alianza debe concretarse entre todos ellos, para que el Coach trabaje sobre la base de la “Conciencia”, “Auto-creencia” y “Responsabilidad”, y bajo este prisma se logre el proceso mismo del Coaching en la empresa (Gráfico 4).

Coaching empresarial de “alta calidad” en Recursos Humanos

Este procedimiento de Coaching en la empresa lo denomino de “Alta Calidad”. El “Coaching Empresarial de Alta Calidad” tiene como premisa el valor de las personas por encima de cualquier objetivo corporativo. Esto es lo que lleva al “Buen Coach” a trabajar sobre la base de los intereses de los más implicados en el desarrollo de coaching (llámese, Coachees Directos). Esto es de suma importancia a la hora de que una compañía considere el trabajo de un Coach en cualquiera de sus departamentos o ejecutivos.
De aquí la importancia del “nexo” fundamental del Coaching Empresarial con el Departamento de Recursos Humanos. Se ha notado, y no por casualidad, que el coaching ha sido bien acogido por los responsables de Recursos Humanos de las compañías que lo están aplicando, aunque no necesariamente de la forma correcta como hemos mencionado anteriormente. Esta acogida resulta “natural” a la luz de lo que estamos diciendo, dado que el coaching en su esencia es un proceso en un sistema de relaciones humanas (esencia de los Recursos Humanos) que logra desempeños extraordinarios en los mismos a través de la “Conciencia”, “Auto-creencia” y “Responsabilidad” de sus Coachees. Por esta razón resulta recomendable (no indispensable), que el proceso de Coaching Empresarial, independientemente de los objetivos corporativos buscados, se realicen desde este departamento, brindando apoyo al Coach Externo o Interno para un mejor desempeño en la compañía.

Coach interno o externo en la empresa

La polémica entre el Coach Interno o Externo a la compañía queda subsanada si se entiende el proceso de coaching tal como se ha descrito anteriormente. A continuación detallo las razones de esta afirmación.
El Coach siempre velará por los intereses de su “Coachee Directo”. En el caso del coaching dentro del Departamento de Recursos Humanos, el Coach velará por los intereses de las personas implicadas en el proceso de coaching, es decir, empleados o colaboradores de la compañía. Esto es necesario que así sea independientemente de la procedencia del Coach, sea este interno o externo a la misma.
La idea de un “Coach Interno”, y por tanto asalariado por la empresa, que vele por los intereses de sus colaboradores por encima de los intereses corporativos no suele ser del agrado de muchas empresas que no reconocen que los valores de sus empleados deberían ser parte fundamental de los intereses corporativos para conseguir desempeños extraordinarios en el mismo.
Estas empresas desisten en la aplicación del “Coaching Empresarial de Alta Calidad” para intentar frustradamente procesos de coaching poco efectivos basados, por ejemplo en la “dirección por objetivos” que poco tiene que ver con el proceso de coaching que venimos describiendo.
Podríamos resumir deciendo que los “Principios Fundamentales del Coaching Empresarial de Alta Calidad” consta de:
  • Entender el Coaching como un PROCESO y no como una herramienta de gestión.
  • Efectivizar una “Alianza Corporativa” en la que todas las partes implicadas (Coachee Indirecto, Coachee Directo y Coach) estén de mutuo acuerdo con la metodología y filosofía del coaching a practicar.
  • Trabajar bajo las Bases Fundacionales del Coaching: Conciencia, Auto-creencia y Responsabilidad.
  • Involucrar, en la medida de lo posible, al departamento de Recursos Humanos en el desarrollo del coaching (o bien una persona que represente físicamente los intereses corporativos), brindando apoyo y velando por los intereses de la parte implicada (Coachee Directo), independientemente de si el Coach es asalariado dentro de la compañía (Coach Interno) o externo a la misma.
Fuente: https://www.internationalcoachingsociety.com/principios-fundamentales-del-coaching-empresarial/

EL LIDER COACH Y SU PARTICIPACION EN LA PRODUCTIVIDAD EMPRESARIAL

Origen del término coach
Para tener claro el origen del término “La historia indica que en los siglos XV y XVI, cuando empezó a hacerse muy popular la ciudad húngara de Kocs, situada a unos 70 kilómetros de Budapest, (entre Viena y Pest). Kocs se convirtió en parada obligada para todos los viajes entre estas dos capitales. De esta manera se empezó a hacer muy común el uso de un carruaje caracterizado por ser el único provisto de un sistema de suspensión para dichos viajes. Además, destacaba por su comodidad frente a los carruajes tradicionales. Así comenzó a hablarse del kocsi szekér, o sea el carruaje de Kocs, símbolo de la excelencia. De esta forma, el término kocsi pasó al alemán como kutsche, al italiano como cocchio y al español como coche. En serbocroata, se dice kocsikázik para designar la acción de dar un paseo en coche. Por tanto, la palabra coach (coche) es de origen húngaro. (coaching, 2005)
El coaching y sus características
El coaching en el ámbito empresarial se lo denomina como una práctica inspirada en los entrenadores deportivos que se aplica en el ámbito organizativo con la idea de promover el aprendizaje en los recursos humanos, es decir que el coaching es un proceso donde un coach y un coachee o un reducido grupo de coachees, son comprometidos a colaborar para alcanzar un conjunto de objetivos. Una vez claro el concepto de coaching podemos indicar sus características que nos dice (NAVARRO, 2015)
Concreta se enfoca especialmente en el cambio del comportamiento del ser humano para esto el coach debe ser directo y motivador al mismo tiempo.
Interactiva cuando se genera un intercambio de información una serie de cuestionamientos con sus debidas respuestas
Responsabilidad compartida indica que tanto el coach como el personal son responsables de realizar el trabajo en equipo y de todas sus actividades
Forma específica aquí se debe tener muy presente dos factores que son influyentes el objetivo que persigue la conversación y los puntos específicos de la misma
Respeto el coach es el responsable de aplicar este sistema y a su vez es comunicador de la importancia del respecto   
Con todo esto se debe indicar que para realizar un coaching exitoso se debe crear en los empleados de la empresa una visión de liderazgo donde esto será una inspiración para el grupo de trabajo.
Aspectos claves del líder coach
Muchas personas que realizan coaching aún no tienen bien definidos los aspectos fundamentales de un líder coach que se manifiestan a continuación
Esencialidad y orientación al ser es creer en las personas, en su potencial, en que están bien tal como son, no tienen áreas a mejorar sino potencialidades a desarrollar. (Bolívar, 2007)
Conciencia y sabiduría es facilitar el desarrollo del colaborador desde la expansión de la conciencia y el aprendizaje de tercer orden (Bolívar, 2007)
Respeto y confianza el líder-coach no decide qué competencias debe desarrollar el colaborador, el colaborador decide en que quiere desarrollarse a partir de la visión y misión del puesto en alineación con la de la organización. (Bolívar, 2007)
Aprendizaje es la orientación al aprendizaje, al camino de desarrollo vs al objetivo final y los resultados (Bolívar, 2007)
Liderazgo esencial y autenticidad para liderar, lo básico es transmitir a los demás confianza y sinceridad. Y éstas sólo emergen desde la autenticidad (Bolívar, 2007)
Con estos aspectos que se han mencionado se puede indicar que en liderazgo la palabra resonancia es fundamental ya que el líder expresa sus verdaderos y propios valores para lograr sintonizar con las personas que lo rodean y de esta manera se pueda lograr un entendimiento total de lo que se quiere realizar en el grupo de trabajo.
Modelos de gestión empresarial
Es necesario determinar de los tres modelos de gestión cual es el más idóneo para implementar el momento de participar en la producción empresarial, según (Soto, s.f.) existen tres modelos de gestión GROW se compone de cuatro fases dentro de las cuales el coach realiza preguntas que invitan a la reflexión y guían al empleado al logro de su objetivo, OUTCOMES plantea un coach más a fondo analiza la situación actual y los objetivos de la empresa, ACHIEVE el coach tiene que hacer un despliegue de habilidades tales como escucha activa, feedback honesto, desarrollo del rapport, planteamiento de preguntas estimulantes y utilización de la intuición
El ejercicio coaching empresarial
Para realizar el ejercicio de coach, debe existir una firme voluntad de cambio por parte del coachque le permita abandonar las creencias preestablecidas limitadoras de la implementación de nuevas medidas (Zeus, P. y Skiffington, S., 2004) y cambiar la conducta empresarial de la misma forma se debe destacar que la asistencia que recibe el personal de la empresale ayuda en la toma de decisiones, pero no le exime de su responsabilidad en la misma (J.H., 2008)
Basándose en los criterios emitidos en el presente documento y la necesidad de mantener a una empresa en el mercado competitivo es fundamental contar con un personal adecuado que facilite el compromiso de cada uno de los componentes de la empresa por lo que (Sánchez - Bayo, 2010) indica que la empresas y sus miembros deben interesarse en la inversión del proceso de desarrollo e investigación personal mediante el ejercicio de coaching el cual tiene la misión de mejorar el desempeño del equipo de trabajo para alcanzar niveles óptimos de efectividad.
La efectividad se logra cuando el coaching enfrenta sus problemas desde que se generan para que de esta forma ponga en práctica las competencias para lograr cambio en su entorno 
(Weiss T, Kolberg S, 2003) Nos dice que el coaching debe fomentar la concientización y sostener los cambios conductuales utilizando información que conduzca al éxito de la empresa, para que de esta manera se logre una armonía en el ambiente laboral, (Cantera, 2004) nos indica que el coaching debe ser utilizado como una herramienta de apoyo para la formación, gestión, el cambio y evolución de la cultura de la empresa.
Según (EFIC, 2015) el coach empresarial está dirigido a la pequeña y mediana empresa PYME en tanto que (Sarmiento, 2015) indica que el coach empresarial se basa en la transformación de la empresa en base a la transformación de los empleados que trabajan en ella es decir cuando un individuo se impacta el medio que lo rodea ocurriendo un efecto micro que se traslada a un nivel macro es decir que este tipo de coaching se desenvuelve en un nivel interno de la empresa.  
El coach en las pequeñas y medianas empresas
Según (Malvicino, 2002) un       coach no solo está para guiar a un directorio en la toma de decisiones el verdadero coach define los roles, metas y responsabilidades antes de iniciar la relación de trabajo este debe ayudarle a moverse al directorio hacia sus metas y habilidades, una buena intervención del coach es empezar en la pequeña y mediana empresa puesto que se han dado casos en los que los roles se confunden es decir el operario termina ocupando el rol de gerente entonces el objetivo del coach es lograr que se internalice dependiendo el rol de cada empleado para la toma de decisiones. El coach en las pequeñas y medianas empresas
es el encargado de abrir un enlace entre los conceptos de negocios, nuevos paradigmas de gestión empresarial y aplicando una metodología que se basa en la mejora continua en el desempeño individual y grupal. Un coach puede ser un promotor del cambio, alguien que realice diagnósticos, un experto, un auxiliar, un mentor y un compañero. La comprensión de los motivos que llevaron al directorio a contratar un coach es la clave para definir sus demandas hacia él, aunque el objetivo obvio de un coach es mejorar los resultados del negocio.
Implementación del coaching en el ambiente productivo empresarial
Según (Rodriguez, 2008) indica que la implementación eficaz y eficiente del coaching dependerá de las circunstancias de cada organización. No hay una receta para hacerlo, más allá de mencionar que se requiere un compromiso directivo muy claro y de la comprensión, el análisis serio de cómo podría insertarse ésta en la cultura corporativa, así como de una expectativa positiva de la gerencia sobre los beneficios que recibirán sus esfuerzos. Además, recordar que es indispensable un excelente programa de formación y apoyo en la materia a los gerentes que darán el coaching a su personal, especialmente en las etapas iníciales de introducción. Para empezar la implementación del coaching en la productividad de la empresa se debe identificar los objetivos que determinan en qué forma el coaching sería un medio para alcanzarlos puesto que se ha dado en ocasiones donde los objetivos de la empresa están mal hechos y están expresados de forma más bien ambivalente, mientras que en otros sucede que examinándolos a fondo resultan contradictorios entre ellos. Posteriormente se debe conocer en qué medida es factible que la filosofía del coaching sea asumida en la organización y cuál ha sido la actitud tradicional de la directiva hacia el tipo de habilidades que el coaching pretende desarrollar. También será necesario conocer cuál es el grado y tope de confianza que hay entre los diferentes niveles jerárquicos, además de la clase de problemas internos que tiene la organización y la forma de enfrentarlos solucionarlos a base de metas y objetivos. Las acciones sobre las que se debe trabajar son aquellas que se pueden poner en práctica de inmediato y que conducen a la siguiente acción. Para finalizar a introducción del coaching de los gerentes a sus subalternos implica un cambio en la cultura empresarial
CONCLUSIONES
El coaching, que tiene su origen en el deporte, se ha constituido en una forma de vivir y de convivir donde se aplica en procesos formales específicamente diseñados para que los directivos y los colaboradores de cualquier empresa aprendan a descubrir por si mismos áreas y aspectos de mejora.
El líder coach desarrolla nuevas formas de pensar, actuar, sentir y relacionarse con los demás de una manera más eficiente y satisfactoria
El coaching es una herramienta que consiste en el establecimiento de una relación entre un coach y un coachee durante un periodo limitado de tiempo en el cual, gracias al acompañamiento del coach, el coachee logrará establecer unos objetivos que desea alcanzar y desarrollar las habilidades específicas para lograrlos.
Con lo expuesto en este trabajo, todo apunta a que el ejercicio del líder coach en la producción adquirirá gran importancia en un futuro próximo es decir que sea una carrera de estudio y que tanto las administraciones públicas, como las organizaciones y empresas privadas, se animen a estudiarlo

Fuente: https://eumed.net/rev/ce/2018/3/coach-productividad-empresarial.html

EL COACHING EMPRESARIAL : PODEROSA HERRAMIENTA PARA LAS MYPES QUE QUIEREN CRECER Y SITUARSE EN UN NIVLE DE GESTIÓN SUPERIOR

 ¿Demasiados coachs? En verdad, el coaching ha recibido muchísimas críticas en los últimos años por varios y comprensibles motivos; por un lado, por el escepticismo de una parte de la sociedad que no acepta la necesidad de procesos de autoayuda; por otro, el hecho de que se haya convertido en una moda, que no siempre consigue los resultados esperados, y en el paracaídas de muchas personas que se quedan sin trabajo o que no han tenido éxito en sus profesiones, han encendido las alarmas. En definitiva, se critica que hay demasiados coachs en circulación. ¿Será verdad?
Siempre he defendido que, en realidad, hay pocos coachs. Por una sencilla razón: todos deberíamos ser coachs del alguna manera, al menos de nosotros mismos. El coaching nos invita a realizar procesos de cambio que agreguen valor. El rol de coach se puede resumir en hacer posible lo (aparentemente) imposible.
El coaching no es otra cosa que una conversación poderosa cristalizada en un proceso donde la pregunta poderosa es la principal metodología. Y, en este sentido, me reafirmo que se necesitan más coachs, más personas con la actitud de despertar en los demás un proceso de cambio. La sociedad actual reclama un nivel superior de conciencia para poder superar los retos cada vez más complejos del mundo contemporáneo.
Criterios para que las pymes acierten con la elección de un coach
Fruto de varios cursos de entrenamiento para coachs en pequeñas y medianas empresas, he llegado a la conclusión de que existen algunas dificultades que se repiten a la hora de encontrar un buen coach que sea realmente un facilitador de la transformación organizacional que se necesita.
A veces he visto casos de falta de experiencia profesional que, cualquiera que ella sea, siempre implica afrontar situaciones que sorprenden y pueden generar miedo al no estar acostumbrados. Pero lo que más se repite en las empresas suele ser el drama de la desconfianza: cuesta confiar en las personas y en lo que no vemos en ellas. Un coach debe ser como un “tifosi” de los equipos de fútbol, esto es, la “hinchada” de un equipo, generalmente deportivo, que confía, anima y motiva al equipo desde el primer minuto hasta el final del partido. Un buen coach coach se pone la camiseta de la empresa y pasa a ser su principal defensor.
Sin ánimo de ser exhaustivos comparto aquí algunos bretes, atolladeros o incluso conflictos que los coachs, incluso algunos ya experimentados, experimentan en sus propias carnes y que merecen ser consideradas por las empresas que quieren contratar a un coach:
  1. Un coach debe generar empatía, conexión, confianza, para lograr la apertura del cliente (coachee): que se abra a contar su realidad más profunda;
  2. Un coach sabe encontrar bloqueos ocultos en el coachee y en la empresa que le contrata, que generalmente están a un nivel estratégico;
  3. Logra que el coachee (persona o empresa), que suele estar rígido en sus posiciones, gane en flexibilidad para descubrir más alternativas de acción;
  4. Responde asertivamente a las objeciones o al escepticismo en el proceso que siempre, antes o después, surgen;
  5. Un coach maneja los tiempos del proceso, de las conversaciones, y sabe cuándo intervenir o interrumpir para cortar al cliente que se puede estar extendiendo mucho hablando de situaciones irrelevantes para el objetivo del proceso;
  6. Observa, escucha, contextualiza, no aconseja: un coach no debe dar la propia opinión al coachee o a la empresa, ni aun cuando le sea solicitada;
  7. Un buen coach consegue llevar las riendas del proceso: no permite que las conversaciones se distancien en exceso en el tiempo, ni que sean dispersas, es decir, que se pierda el foco o se divague o el coachee se vaya por las ramas;
  8. Acierta con el orden de las preguntas poderosas para enfocar el problema y establece compromisos de acción concretos, concisos, claros y medibles;
  9. Desarrollar una comunicación clara y precisa: no generaliza, concreta y sabe hacer un cierre empático a las sesiones de coaching;
  10. Identificar la mejor opción de cambio: la acción más relevante;
  11. Al preparar las sesiones de coaching, logra concentrarse en los temas (acertar con el asunto clave de la conversación), en los objetivos del coachee y en estructurar las preguntas poderosas;
  12. Un buen coach no confundir roles: el coach no es un mentor, ni un psicólogo ni un asesor ni un consultor ni un buen amigo que da sabios consejos.
Al final, de lo que se trata es de ayudar a las personas al cambio, a que escuchen su propia voz y encuentren su mejor camino hacia la realización personal y profesional. La dificultad más dCoaching Valenciaifícil de aceptar es que un coach puede haber hecho bien su trabajo y a la vez el cliente no ver el resultado esperado: el responsable principal del éxito del proceso es el coachee.
Considero positiva la moda del coaching empresarial porque construye sobre una gran verdad:  que el ser humano no está determinado biológicamente sino que necesita ir adquiriendo con el tiempo la humanidad que le es propia y le perfecciona. El ser humano es el único ser de la creación conocido que necesita saber quién es para ser, y este conocimiento se adquiere mejor con la ayuda de otro que nos enfrenta a las diferentes posibilidades a las que estamos abiertos y muchas veces solos no somos capaces de ver.
El coaching, en definitiva, puede ayudar a muchas personas y empresas a superar la unilateralidad que la vida moderna nos propone. No estamos solos y, por lo general, conseguimos mejores y más grandes resultados en equipo que solos.

EL IMPACTO DEL COACHING EN LAS ORGANIZACIONES


A continuación presento una síntesis de multitud de estudios (ciertamente algunos más exhaustivos que otros) que presentan el alcance empresarial del coaching. Nótese en baile de cifras sobre algunas métricas. Mi propósito es presentar los hechos y datos que demuestran que contar con un coach permite a la organización avanzar más eficazmente y al profesional situarse mejor sobre sus propósitos y metas.
Según un estudio realizado por Manchester Inc. sobre la estimación del impacto del coaching, se establecía un Retorno de la Inversión de casi seis veces la inversión realizada.
Un artículo en la revista Public Personnel Management señalaba un estudio en el que comparaba el impacto de la formación, por sí sola, o combinada con coaching. La formación, sola, contribuía a incrementar la productividad en un 22%, mientras que la formación combinada con coaching incrementaba dicha productividad en un 88%.
529% de retorno de inversión; 86% incremento de la productividad cuando el coaching complementa los procesos de formación; 22% de impacto en el negocio sobre el incremento en beneficio; 67% de incremento del trabajo en equipo; 32% de incremento en retención de los empleados; 52% de incremento en la reducción del conflicto; son algunos de los grandes datos que más abajo se van a ir señalando en relación al retorno de la inversión del executive coaching.
Un estudio realizado sobre las compañías del Fortune 500 señaló que entre el 21% y el 40% utilizaban executive coaching; coaching fue empleado como una manera de desarrollar el liderazgo de los altos ejecutivos y del talento de la organización (Hay Group).
Igualmente, un reciente estudio sobre executive coaching en empresas del Fortune 500 resaltó un retorno de la inversión del 529% y un significativo beneficio intangible para el negocio (MetrixGlobal). Además, éstas compañías experimentaron mejoras adicionales:
  • Productividad (reportado por 53% de los  ejecutivos)
  • Calidad (48%)
  • Fortaleza Organizacional (48%)
  • Servicio al Cliente (39%)
  • Reducción de quejas del cliente (34%)
  • Retención de ejecutivos que recibieron coaching (32%)
  • Reducción de costes (23%)
  • Nivel mínimo de rentabilidad (22%)
  • Según el estudio de Manchester Inc., además los ejecutivos que recibieron coaching mejoraron en:
  • Comunicaciones directas en las relaciones de trabajo (comunicado por el 77% de los ejecutivos)
  • Relaciones con los supervisores inmediatos (71%)
  • Trabajo en equipo (67%)
  • Relaciones con sus iguales (63%)
  • Satisfacción laboral (61%)
  • Reducción de conflictos (52%)
  • Compromiso organizacional (44%)
  • Relaciones con los clientes (37%)
Por qué se ha incrementado de manera significativa el empleo del coaching en los últimos años, para el desarrollo de las personas en las organizaciones
La necesidad de coaches continúa creciendo. La razón de ello es clara, existe una gran necesidad de acelerar el desempeño y la efectividad en las organizaciones para desarrollar a la nueva generación de líderes. El coaching es la herramienta fundamental para cubrir esta necesidad, ya que se convierte en la más próxima, integrada dentro del proceso de sucesión del management y del desarrollo de liderazgo. Además, el coaching encaja perfectamente en la velocidad de los actuales tiempos y en los más diversos retos del management asociados con la globalización de los negocios., de acuerdo con un estudio de 2008 de la American Management Association.
“Es difícil hoy en día pensar que puedes ser excelente en algo sin el acompañamiento de un coach. Pensar que Roger Federer no tuviera varios coaches es prácticamente ridículo. Una de las mejores cosas que me han sucedido ha sido tener un coach “, en palabras de Richard Baker, exCEO de Alianza Boots, compañía farmacéutica. En España tenemos casos – cientos ya – de deportistas, directivos que cuentan con un coach.
El coaching se transforma en acción, la acción se transforma en impacto en el negocio. Este impacto puede ser cuantificado.
Chartered Institute of Personnel Development, condujo en 2004 un estudio que respondía a esta cuestión señalando nueve factores clave:
  • La rápida adaptación al negocio y su entorno
  • La responsabilidad individual en el desarrollo personal
  • El coste económico que supone un bajo desempeño
  • La extensión de las estrategias de desarrollo en las organizaciones
  • El soporte que el coaching supone respecto a otros procesos de formación
  • La creciente solicitud de coaching por parte de los empleados
  • La necesidad de alargar el periodo de desarrollo en el tiempo
  • La mejora en la toma de decisiones que el coaching supone
  • El enfoque a desarrollo just-in-time
Otras evidencias intangibles del retorno de la inversión del coaching en las personas y las organizaciones son:
Autonomía del líder con respecto a la relación con el coach
Incremento del desempeño y de los resultados profesionales
Movilización de sus recursos internos
Mejora en las relaciones profesionales y familiares
Revitalización de energías y satisfacción personal
Alineamiento de visión, misión y valores personales con los de la organización
Reenfoque de las prioridades del líder y de su rol como líder y coach, integrando nuevas habilidades
Integración y equilibrio entre la vida personal y profesional
Mejora en la capacidad de reflexión y análisis, introduciendo intuición, emoción y creatividad en equilibrio con lo racional e intelectual
Integración de habilidades de coaching que se ponen en práctica con sus colaboradores
Creación de un espacio personal para el desarrollo directivo
Resulta difícil para los ejecutivos que participan en procesos de coaching hacer una valoración del retorno de la inversión de su proceso de coaching, pero todos aquellos que aportan algún comentario referente a esta cuestión lo hacen en un sentido positivo.
El último informe de ICF elaborado por PriceWaterhouseCoopers sobre el estado del coaching en el mundo, cita entre las principales oportunidades el mayor conocimiento de los beneficios del coaching (36%) y los datos fidedignos sobre el retorno de la inversión (ROI)/rendimiento de las expectativas (ROE) de las actividades de coaching (28%).
Tanto si atendemos a las valoraciones cuantitativas como a las apreciaciones cualitativas de los propios implicados, parece evidente el impacto del coaching en las organizaciones y cómo cada vez más se ha convertido en una herramienta sobre la que apalancar la transformación en las organizaciones.

Fuente: http://www.guillermomatia.com/impacto-del-coaching-en-las-organizaciones/

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